lunes, 20 de julio de 2009

DE COMO LOS TIGRES DEL NORTE DAN CLASES DE LITERATURA II

AQUÍ LES TRAIGO UNA NOTICIA

Después de la Revolución y con una paz social, mas o menos estable, Los temas tratados por los corridos se fueron llenando de actividades cotidianas, que pasan por el amor y la traición de la pareja hasta actividades en que la aventura arriesgada de los personajes los pone al límite de la legalidad y a veces francamente muy lejos de ella. Para ciertas comunidades interpretativas estas actividades eran, y son, validas. Los personajes representaban parte sus valores, sentimientos y actividades respecto al Estado y las actividades ilícitas, por eso las estrategias de decodificación para entender el corrido pasaban por el horizonte cultural de quienes lo creaban y quienes lo consumían.
El gran desarrollo de este genero con temáticas distintas a las revolucionarias o amorosas se da en la década de los ochentas, pero ¿Cuándo surge el narcocorrido? Pregunta difícil de contestar, las primeras huellas de este subgénero se encuentran perdidas en el tiempo, al parecer, para algunos, el primer antecedente conocido es "La cucaracha"[1], que en uno de sus versos hace alusión a la adicción del insecto por la marihuana: “…la cucaracha, la cucaracha, ya no puede caminar por que le falta porque no tiene marihuana que fumar”.
El gran apogeo del narcocorrido parece ser el excelente fenómeno de ventas que supuso Contrabando y Traición de Los tigres del norte en 1973 editado por Fonovisa, aunque algunos lo sitúan más recientemente en la década de los años noventa[2], de donde procede otro corrido que daría forma a La reina del sur de Pérez-Reverte: "Pacas de a Kilo", incluido en el disco La garra de los tigres del norte ( Fonovisa, 1993), las otras influencias evidentes son los corridos "La banda del carro rojo" y "Ya encontraron a Camelia" (Fonovisa, 1975) este último personaje que al parecer empezará a dar forma a las heroínas del tráfico de drogas que culminarían con Sandra Ávila Beltrán, verdadero nombre de La reina del Pacifico, (verdadero apodo de La Reina del Sur…¡uf!).


Dos mujeres, entre criminales más buscados
Tiene Procuraduría federal la mayor lista de delincuentes fugitivos en su historia
Francisco Gómez
El Universal
Lunes 20 de diciembre de 2004

La Procuraduría General de la República (PGR) incrementó a 184 los nombres de los narcotraficantes, secuestradores, asaltabancos y sicarios más buscados en todo México, entre ellos dos mujeres: Sandra Ávila La Reina del Pacífico , y Alma González Bath, acusada de varios asesinatos.
[3]

Como se puede ver el camino trazado por las heroínas del narcocorrido ya estaba muy avanzado para la aparición de la primera edición de La reina del Sur. Hagamos historia: en 2002, en las investigaciones encaminadas a dar con el narcotraficante conocido como "El Tigre” es ubicada por fin físicamente a Sandra Ávila Beltrán quien por cierto nació en 1960.[4]
Arturo Pérez-Reverte, lanza en el año 2002, la novela La reina del sur, inspirado en los corridos de Los tigres del norte y en su amistad con otro escritor de la frontera Elmer Mendoza; de manera reciproca los Tigres del norte hacen un corrido sobre la protagonista de dicha novela: Teresa Mendoza.


La narcotraficante Sandra Ávila fue capturada el 28 de septiembre de 2007, a la edad de 45 años al salir de una estética en Polanco[5] (coqueta si era la mujer, eso que no quepa la menor duda). CONTINUARÁ...

[1] Op. Cit. Tinajero, p. 12
[2] Nomïe Massard “El narcocorrido mexicano: una expresión de una sociedad en crisis” en La siega numero 2, Chile, 2005 Version digital en
[3] El universal, version digital, <http://historico.eluniversal.com.mx/buscar2.html>
[4]Vanguardia,Coahuila, 6 de octubre 2007, “Historia de La Reina del Pacífico", salpicada de fantasía y realidad”, versión digital,
[5] La Jornada, México, 29 de septiembre de 2007, “Caen La reina del Pacífico y El Tigre, importantes capos del narcotráfico”, versión digital, http://www.jornada.unam.mx

viernes, 17 de julio de 2009

DE COMO LOS TIGRES DEL NORTE DAN CLASES DE LITERATURA

LA REINA DEL SUR, UN ACERCAMIENTO A LA
RECEPCIÓN DE LOS CORRIDOS EN OTROS MEDIOS
(O DE COMO LOS TIGRES DEL NORTE DAN CLASES DE LITERATURA)



Si el delincuente sólo existe al desplazarse,
si tiene como especificidad vivir no al margen sino en
los intersticios de los códigos que desbarata y desplaza,
si se caracteriza por el privilegio del recorrido sobre el estado,
el relato es delincuente.

Michel de Certau
La invención de lo cotidiano


INTRODUCCIÓN
Los productos culturales como la literatura, habían sido desde hace un tiempo, baluartes de cierto grupo que se interesaba por tener una escala de valoraciones en el que los productores (autores) se encontraran en la posibilidad de ser los estandartes de una generación o de menos de una corriente de pensamiento. Con la llegada de los medios masivos, la cultura escrita — y en especifico la literatura — se convirtió en una sofisticación de minorías que avaladas por un grupo regularmente académico, sometía a juicio las otras formas de expresión y en algunos casos las tomaban de referencia para sus misma producción (como la autobiografía o la novela histórica por citar dos ejemplos), pero no se había atrevido a hacer uso descarado de medios más antiguos y permanentes que se siguen utilizando y que son de mucho más arraigo en sectores más amplios de la población: los corridos. Sin entrar en polémicas ni en desarrollos académicos muy detallados (me llevaría todo el ensayo en desarrollar el tema) señalaré que los corridos entran en categoría de lírica popular y que se encuentran, según los expertos, muy emparentados a los romances tradicionales y que cuentan con una tradición de siglos, siendo en México el periodo de la guerra civil revolucionaria de 1910, el gran momento de apogeo de dicho medio de comunicación, y por que no, de artefacto o producto cultural si se le quiere ver así.
La ventaja de los corridos con respecto a la literatura consiste en que el horizonte del receptor, le permite hacer más entrañable a los personajes de dichos productos; de forma casi empírica el consumidor de corridos sabe que lo que se le plantea es la hazaña de un personaje real, que soluciona o desfallece en una meta de manera real y que dicha historia es lo suficientemente buena para ser cantada y reproducida de una persona a otra y otra. Los grandes corridos de la revolución carecen de autor formal, porque los valores que se van aglutinando alrededor de las historias, son producto de todos los que lo aprendieron y lo reprodujeron variándolo o adecuándolo a su personal percepción. Pero cuando este tipo de medio es usurpado (por llamarlo de alguna forma) por el medio académico por excelencia como lo es la literatura, la recepción empieza a tomar distintos caminos que resultan interesantes de estudiar.
En este ensayo que sólo pretende ser un acercamiento, se analizará el tema de una novela extraída de la estructura de un corrido — La reina del sur - y luego llevada al medio original (y si se puede la hacemos película ¡como no!) de tal suerte que pretenderé hacer notar las características más notorias del fenómeno, sin dejar de lado las repercusiones en las comunidades que lo interpretan, desde su germen como corrido hasta su aprehensión como hecho posiblemente real y novelado y su identificación como persona en el personaje. YO LE VOY A DECIR LO QUE USTED ESTA PENSANDO
Desde sus orígenes el corrido tiene objetivos específicos, según la clasificación de Rubén Tinajero Medina,[1] estos son: narrar, testificar y dar fe de hechos de una realidad inmediata dentro de un contexto histórico y social determinado y ser vehículo de comunicación y divulgación de ellos. Para Tinajero, este medio permite cohesionar relaciones interpersonales, permite aglutinar a las personas en torno al cantante en turno, permitía el fortalecimiento de la identidad y la permanencia a un grupo social y militar determinado y ya encarrilados contribuía a consolidar principios de disciplina y autoridad. Dichos objetivos parecen cuadrar muy bien en los que persigue cierto tipo de historia muy al estilo Michael de Certau; para Monica Moronna y Rosario Sánchez Vilela[2] los medios y sus textos se definen como ámbitos donde se instituye el sentido, entendiéndose como instancia productiva de la significación y no solo de mera reproducción, es decir originar mecanismos de divulgación de lo cotidiano que se vuelve representativo para cierto grupo. En este sentido y en sentido contrario a lo propuesto por Tinajero considero que es justo el camino al revés: no es el autor del corrido el que aglutina, sino el corrido quien aglutina a la comunidad alrededor de él (incluido el cantante).
Siguiendo a Stanley Fish,[3] el grupo será quien asigne esos valores de interpretación al artefacto y le permiten reproducirlo ad infinutum (¿o ad nauseam?). En el caso específico del corrido, para que los demás que están fuera de esa comunidad interpretativa, puedan ser participes de lo que creen, piensan, sienten y se anexen a ellos tratando de hacer más grande dicha comunidad, tratarán de hacerlo de la manera más rápida y efectiva que es a través de la oralidad. Afectivamente están reproduciendo en el corrido el ejemplo exacto de cómo esa comunidad determina su sentido de verdad con respecto a lo que se dice en el texto.
Conjuntando las posturas podemos concluir que los corridos cumplen con las siguientes características: a) Ser un vehículo de información al que se le puede denominar formalmente un medio de comunicación, b) Su forma determina significación en si misma, es decir su estructura tiene significado per se, al igual que su ejecución y su contenido, c) dicho significado es proporcionado por una comunidad especifica, buscará reproducirlo sustentando los valores que esa misma comunidad advierte y legitima en dicho producto.
Ahora bien, siguiendo a Iser[4] estas consideraciones pasan también por una serie de puntos de indeterminación que dicho consumidor llenara a partir de su experiencia de mundo, esos puntos en el corrido están muy al alcance de la mano, considerando que parte de una comunidad relativamente cerrada y homogénea, que sabe del caso que se narra en el corrido, el texto apelará a una experiencia que en el corrido es ,por decirlo de alguna manera, cosa de todos los días pero que aún así sigue sorprendiendo, porque la comunidad le brinda esas condiciones de verdad y de posibilidad. CONTINUARÁ...

[1] “Reflexiones Introductorias” en El narcocorrido ¿Tradición o mercado?, pp. 9-12
[2] “La puesta en relato de lo cotidiano” en Relecturas de Michel de Certau, p. 94
[3] “La literatura en el lector: estilística afectiva” en Textos de teorías y crítica literarias. Del Formalismo a los estudios poscoloniales, pp. 405-439
[4] “La estructura apelativa de los textos”, En busca del texto. Teoría de la recepción literaria, pp. 99-119

ANTES DE TODOS ¡RIGO TOVAR!

"Rigo es amor", rezaba una conocida frase de los ochentas, cuando el fenómeno de los conciertos masivos no alcanzaba a los consagrados y que la mirada de los grupos norteamericanos ni siquera se posaba en nuestro país.

A diferencia de lo que ahora sucede, (cualquier escuinclillo con guitarrita puede juntar mas personas que el diputado electo de tú distrito, por ejemplo) en los setentas y principio de los ochentas, los verdaderos ídolos multitudinarios, estaban lejos de la dionisiaca figura de los Back Street Boys y ni que decir de Justin Timberlake (¿se escribe así?), vamos ni siquiera de los Menudo. Rigo se encargaría de dejarle a la posteridad la capacidad de juntar en un solo lugar a a más de cuatrocientas mil personas de un solo trancazo en Monterrey -o por lo menos eso es lo que dice Elizabeth Hernández, El Universal, Martes 29 de marzo de 2005 -. A lo que voy es a los siguiente: antes del fenómeno "Rigo Tovar", era muy (de veras muuuuy) difícil que alguien llenara con tanta gente un concierto y de la venta de discos ni se diga, la era de la piratería solo alcanzaba a los cassettes, cuando alguien vendía un millón de copias de sus discos, se referían al disco de vinil. Obviamente ahora esa cantidad sería fácilmente duplicada por las copias en mp3 y las descargas de la red.


¿Porque fue Rigo Tovar y no otro (por ejemplo José José ya se había convertido en un éxito de ventas) el pionero de la fanaticada masiva? la respuesta me parece complicada pero vayamos a un acercamiento.


Nacido en Matamoros - su Matamoros querido, al que nunca pudo olvidar-, Rigoberto Tovar García, logró juntar algo que para la época era inconcebible: los instrumentos electrónicos a la música de cumbia. Lo interesante es que Rigo, era un producto de sí mismo, a diferencia de la mercadotecnia que explotó posteriormente la imagen de los cantantes, Rigo supo explotar lo que mejor le salía: ser él mismo y por consiguiente, el proceso de identificación de un amplio sector de la población que veía en Rigo Tovar la posibilidad de triunfar y de muy buena manera a pesar de salir de un lugar feo, pobre y, digámoslo sin tapujos, de no ser nadita agraciado físicamente.


El proceso de identificación, esa construcción de identidad a partir de Rigo Tovar, sobrepaso lo que muchos mercadólogos y asesores de imagen pudieran aspirar hasta en sus más guajiros sueños, porque sin una sola gota de promoción, maquillaje ni publirrelacionistas, Tovar logro lo que ningún rock star, había logrado, conciertos con llenos totales y peligrosamente multitudinarios.


Al final del día llegarían cantantes con más talento, más producción, más belleza, con mucha gente detrás pero con menos gente adelante como Rigo, sería bueno recordarle eso a todos los que se creen consagrados cuando llenan el Auditorio Nacional, que no quieren que nadie les vea ni les toque siquiera con el pétalo de una rosa. Quedará para la historia Rigo Tovar, la decadencia de tan singular personaje es otra cosa, de mientras, como dice el compadre, sólo tengo que agregar:



¡PERDONAME MI AMOR POR SER TAN GUAPO!